11 diciembre 2006

Marcapáginas de Augusto........

En abril de este año hice un post sobre este título. En ese entonces sólo tenía la edición en italiano del mencionado cuento. Pues ahora con mucha alegría le agradezco al coleccionista español de marcapáginas Vidal Vida, la gentileza que ha tenido de regalarme dicho texto. Ha llegado a mis manos hace unas semanas y estoy feliz.....aunque el cuento no era lo que imaginaba, me gusta ver que escritores consideren a los marcapáginas en sus narraciones. Lo mismo podrían hacer otros artistas.
La foto que antecede esta nota corresponde a la tapa del libro y a continuación les transcribo la primera pagina del relato (si bien podría transcribir el cuento entero, por lo corto del mismo, no lo hago por respeto a los derechos autorales).

Erase una vez un hombre llamado Augusto al que le gustaban las aventuras. No vivirlas —Augusto era un tanto enclenque, residía en una ciudad poco aventurera y realizaba un trabajo comodísímo -, a él lo que le entusiasmaba eran las aventuras escritas. En la biblioteca de la ciudad, a la que acudía regularmente tres veces por semana, había leído ya doscientos libros de este género, puede que trescientos. Y como en las estanterías todavía quedaban cientos de libros más, estaba contento.
Los libros de aventuras hacían que Augusto perdiera el cabello; no era de….

Piumini, Roberto. Un amor de libro. Madrid, Editorial Luis Vives, 2002. p.47

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