30 noviembre 2006

Convención de Coleccionismo en El Mercurio


Reproduzco artículo aparecido en el Diario El Mercurio el día 29 de noviembre.

Desde tradicionales series filatélicas hasta aerolitos estarán presentes en la muestra internacional. Por Víctor Mandujano

Partió en 2002 como Feria de Coleccionismo en la Plaza de Armas de Santiago, pero su convocatoria fue tan inesperada (12 mil personas en un día), que al año siguiente los organizadores decidieron hacerla en el Museo Casa Colorada, donde también superó todos los récords.

Nuevo vigor

Ahora, con el nombre de Convención Anual de Coleccionistas, se abre este viernes en la espaciosa sede de Sernatur (avenida Providencia 1550), que acogerá la participación de clubes y asociaciones de los más diferentes hobbies y pasatiempos, con 22 stands nacionales y expositores de Argentina y de Perú. En estos años, y contrariamente a lo que opinan los sectores públicos vinculados al coleccionismo (Correos, Banco Central y Casa de Moneda), este quehacer ha tomado un nuevo vigor, logrando una atractiva diversificación de los objetos atesorados por los coleccionistas. A las tradicionales series filatélicas y numismáticas se agregan actualmente corrientes que antes eran consideradas "parientes pobres", como el coleccionismo de llaveros, minerales, cajetillas de cigarrillos, fósforos, hojas de afeitar, postales, soldaditos de plomo, boletos de micro, juguetes, servilletas, fichas salitreras o latas de cerveza.

Dentro de las consideradas "elegantes" está el coleccionismo de lapiceras, relojes, medallas y joyas.

Algunas curiosidades

Joaquín Morales Bello, principal organizador de la Convención, viene llegando de un viaje de tres meses por el sudeste asiático y África, buscando curiosidades que puedan encantar a los coleccionistas chilenos. Trajo monedas, billetes y sellos que también exhibirá."Dentro del material más raro resaltan las tectitas, formaciones rocosas con forma de gota que hasta hace 30 años no podían ser ordenadas ni paralelizadas con las rocas terrestres. Carecen de agua en su composición y contienen minerales e isótopos de metales que no existen en la corteza terrestre", dice Morales. La explicación es que las tectitas se producen al chocar meteoritos de gran tamaño con la Tierra. El material constituyente se evapora en fracción de segundos, evaporando también parte de la corteza donde impactó". Otro atractivo, señala Morales, serán los modelos a escala de maquinaria industrial y minera. Entre ellos la reproducción de una Manitowook 18.000, la grúa más alta del mundo.

También llegará hasta la sede de Sernatur una completa exhibición de moluscos, con ejemplares enormes como el mal llamado molusco asesino Tridacna gigas, los fascinantes Nautilus, el precioso Murex púrpura, del cual se extraía ese color para las togas de los senadores romanos, el molusco rojo sagrado de los incas, el Spondylus princeps y la Cypraea moneta, una forma primitiva de dinero, entre otros.

Horario: días 1, 2 y 3 de diciembre, de 10:00 a 20:00 horas. Entrada liberada.
Aunque no aparece en al artículo, yo participaré con los marcapáginas que recibí para una convocatoria de arte correo impulsada por la artista Yto Aranda.

29 noviembre 2006

CONCURSO DE DISEÑO DE MARCADORES

Concurso Marcadores

Utopía Libros, con el auspicio de Biblioteca Viva, como una forma de vincular las distintas formas de expresión artística al maravilloso mundo de la lectura, convoca a estudiantes de 1° Básico a 4° Medio al primer concurso de diseño de marcadores para libros “Marca tu Lectura”.

Bases del Concurso:

1. Podrán participar todos los alumnos de establecimientos educacionales de la Región del Bío Bío, tanto municipales, particulares subvencionados y particulares pagados.

2. Existirán 3 categorías de participación:
a. 1° a 4° básicob. 5° a 8° básicoc. 1° a 4° medio

3. La temática de los dibujos deberá estar relacionada con la lectura y todos los mundos de posibilidades a los cuales es posible acceder a través de ella. Puede o no contener una frase alusiva al tema.

4. Los marcadores tendrán una dimensión final de 19 x 5 cm, por lo que las obras deberán ser presentadas en un soporte proporcional de 38 x 10 cm, lo que facilitará la calidad de la resolución posterior al digitalizado.

5. La técnica a utilizar es libre y se podrán presentar un máximo de 2 obras por participante.

6. Las obras serán retiradas desde los establecimientos educacionales u otras instituciones participantes entre los días 4 al 15 de diciembre o podrán ser entregados directamente en la Biblioteca Viva, Mall Plaza del Trébol. Los trabajos deberán registrar en el reverso la siguiente información: nombre, edad, curso y colegio del participante.

7. Premios: Se premiará los 3 primeros lugares de cada categoría.
Los dos primeros lugares de cada categoría serán además reconocidos mediante la impresión de sus diseños en los marcadores que Utopía Libros distribuirá con sus libros.

8. El jurado estará integrado por dos destacadas figuras de la plástica regional, más un representante de Utopía Libros.

9. El fallo del jurado es inapelable.

10. Los aspectos técnicos no considerados en estas bases serán resueltos libremente por la organización del Concurso.

11. Los resultados serán informados a través de nuestro sitio web a partir del 19 de Diciembre.12. El acto de premiación y distribución de los marcadores será en el mes de Marzo del 2007.

envía tus consultas a contacto@utopialibros.cl

27 noviembre 2006

EL MARCAPÁGINAS: ACCESORIO DE LOS LIBROS

El siguiente artículo es una reproducción autorizada por la Asociación para el Fomento de la Encuadernación de Arte (AFEDA).
Fué publicado originalmente por la revista ENCUADERNACIÓN DE ARTE en sus nºs 20 y 21. Los dibujos a los que se refiere el artículo, serán subidos posteriormente al blog.

Autora: BERYL KENYON DE PASCUAL

Aunque los marcapáginas (o "puntos de lectura") no siempre están tan íntimamente ligados a los libros como son las encuadernaciones, sirven en cierta manera el mismo propósito, a saber, proteger las hojas de los libros. A veces, incluso, están incorporados a la propia encuadernación. La necesidad de señalar la página donde se interrumpía la lectura, o donde se encontraba un pasaje importante a consultar de nuevo, condujo ya en la Edad Media a malos hábitos que podían dañar los libros, por ejemplo doblar la esquina de las páginas o utilizar materiales indeseables. El marcapáginas tuvo forzosamente que ser "inventado". Richard de Bury en su Phüobiblion, que terminó de escribir en 1344, explicó en el capitulo XVII como tratar y cuidar los libros y censuró a un joven insensato que... "cuando se cansa de estudiar, para acordarse de la página en que quedó, la dobla sin ningún cuidado. O se le ocurre también señalar con su sucia uña un pasaje que le divirtió. O llena el libro de pajas para recordar los capítulos interesantes. Estas pajas, que no puede digerir el libro y que nadie se ocupa de retirar, van rompiendo las junturas del libro y acaban de pudrirse dentro del volumen". '

Curiosamente, Richard de Bury no recomendó el uso específico de un marcapáginas ¿Qué entendemos hoy día bajo la palabra "marcapáginas"? La definición propuesta a la Real Academia de la Lengua Española por la asociación de coleccionistas de marcapáginas "Punto y Seguido" y pendiente de ser incorporado al Diccionario de la Real Academia es la siguiente: "Objeto de papel, metal o cualquier otro material, que ha sido fabricado artesanal o industrialmente con el fin de ser introducido en un libro para señalizar o indicar la página donde se interrumpió la lectura". Esta definición obviamente incluye las sencillas cintas de seda o de otro material unidas al lomo o a la cabezada de un libro, pero excluye los trocitos de periódico o de otro papel usado, billetes de transporte y objetos similares. ¿Debemos concluir que no existieron marcapáginas en el sentido estricto de la palabra en tiempos de Richard de Bury? ¡De ninguna manera!

Dentro de códices e incunables conservados en bibliotecas y archivos europeos se encuentran unos marcapáginas bastante sofisticados de origen monástico que pueden fecharse en los siglos XIII-XV. Algunos de estos ejemplares aparecen dentro de un diccionario médico del siglo XV perteneciente a la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla (sign. 5-7-16].; Uno de ellos reproducido en la figura, consta de un disco giratorio de pergamino con un diámetro de 25 mm colocado dentro de una envoltura, también de pergamino. El disco lleva inscritos los números I, II, III y lili, correspondientes a las cuatro columnas de las dos planas del libro abierto. Al girar el disco, el número de la columna deseada aparece en una espacie de ventana. Como sutileza adicional, el lector tiene la posibilidad de indicar la altura en la columna de un texto determinado al deslizar el marcapáginas hacia arriba o hacia abajo por una cuerda unida a la cabezada.

A partir de mediados del siglo XV encontramos marca­páginas representados en la pintura, p. ej. en e retrato del Canciller Rolin que forma parte del cuadro La Virgen del Canciller Rolin (h. 1435) de Jan van Eyck. Los más lujosos entre ellos constan de una cinta que termina en una pequeña joya en forma de bolita o en un botón de plata o de oro, frecuentemente incrustado con perlas o gemas, la joya está colocada sobre la cabeza del libro, mientras que la cinta está insertada entre las hojas. Si la cinta está unida al lomo, entonces la joya se encuentra en el extremo inferior de la cinta. Al final de este articulo está reproducido un detalle del Tríptico de la Abadía de Didegem, pintado por Jan van Dornicke (primer cuarto del s. XVI). En él varias cintas rematadas con bolitas de plata se asoman entre las hojas del libro que está colocada en la mesita delante del abad. En la misma época los marcapáginas más modestos, algunos de los cuales todavía existen, solían consistir en cintas, lisas o bordadas y sin joyas, o con­juntos de tiras de piel unidas en un extremo (marcapáginas múltiples).

Otro modelo temprano es el marcapáginas que se colocaba de la misma manera que una pinza o un clip: constaba de un trozo de papel o pergamino puntiagudo (a veces en forma de corazón) que llevaba un corte en forma de V. Al fijarlo, mediante la lengüeta formada por la V, en el borde lateral de una página se podía indicar la línea de lectura deseada (pero no la columna precisa, si había más de una por página). Al catalogar las bibliotecas de los monasterios del monte Athos de Grecia en 1880, Spyros P. Lambros encontró un marcapáginas de estas características, que describió en un artículo como el único resto que quedó de la Edad Media bizantina Desgraciadamente, Lambros no especificó el nombre del monasterio cuya biblioteca lo albergó. Se conocen ejemplares de marcapáginas pinza de distintas fechas hechos en siglos posteriores, y el modelo ha perdurado hasta nuestros días. Es interesante constatar, además, la tradición que existe entre encuadernadores en algunos países de utilizar un corazón de papel o cartulina con una lengüeta cortada en forma de V para agrupar las hojas de los cuadernillos en ciertos procesos.

Hasta mediados del siglo XIX los marcapáginas decorados solían ser objetos de artesanía, generalmente bordados o pintados. La revolución industrial y el invento de la cromolitografía para la impresión condujeron a la posibilidad de producir marcapáginas en grandes cantidades y de emplearlos para fines publicitarios. Al mismo tiempo la extensión de la escolarización a más capas de la sociedad aumentó el número de lectores y, por consiguiente, el uso de los marcapáginas.

Al ser pequeño, útil e idóneo para ser decorado, el marcapáginas se transformó en un objeto corriente de regalo. Como consecuencia de la industrialización, las personas que no querían dedicar el tiempo necesario para bordar un marcapáginas para regalar podían, a partir de mediados del siglo XIX, comprar en Inglaterra o en Francia un marcapáginas de seda tejido a máquina en una fábrica. En la ilustración de la izquierda, podemos ver un ejemplo (23,5 cm de longi­tud, sin la borla) hecho entre 1860 y 1870 como regalo-felicitación de Navidad por la famosa fábrica de tejidos Stevens de Coventry (Inglaterra). Para obsequiar a una dama de la alta sociedad se podía buscar en joyerías y platerías ejemplares de lujo, como el marcapáginas de madreperla y pan de oro, de trabajo muy fino, que fue vendido en una joyería de la elegante rué de Rivoli en París, probablemente a finales del siglo XIX (ilustración de la derecha). Al igual que muchos otros de los siglos XIX y XX, este ejemplo, que mide 13 cm de longitud, tenia dos funciones: servía de cortapapeles para separar las hojas de los libros, en una época en la que algunas editoriales los publicaban sin cortar los pliegos, pero al mismo tiempo, incorpora una lengüeta para formar un marcapáginas de tipo "pinza". El pequeño marcapáginas de marfil (5,5 cm), reproducido a la izquierda, es también de tipo pinza. Los materiales que se han empleado para hacer marcapáginas de calidad son la plata, el oro, el marfil y, con menos frecuencia, el carey y la madreperla.

En otro ambiente social, en la segunda mitad del siglo XIX, los fabricantes de bienes de consumo y las empresas de servicios (p. éj. las compañías de seguros) empe­zaron a distribuir gratuitamente marcapáginas de papel o cartulina que anunciaban sus productos. El nivel de calidad artística variaba según e tipo de clientela al que iban dirigidos los productos anunciados. En un extremo encontramos publicidad presentada mediante un texto corriente, sin ilustraciones y con tipografía vulgar. Al otro extremo, los anunciantes recurrieron al talento de ilustradores conocidos o, por lo menos, buenos profesionales. Unos ejemplos de la época modernista son la serie de doce meses diseñada para una compañía de seguros por el inglés Walter Grane, y la serie de marcapáginas con dibujos sin firma distribuidos por la revista literaria alemana de Velhagen und Klastng. Aunque su finalidad no fue la publicidad, se puede mencionar aquí un impresionante ejemplar español del modernismo, también anónimo. Me refiero al senyal de plana incluido en el libro So/Ves Bnixes (imprenta Oliva, 1902) y ofrecido por los autores a los lectores del libro. Otro tipo de marcapáginas, hechas industrialmente de un material poco costoso y distinto al papel, fueron los de un metal barato, p. ej. el latón.

Durante la primera década del siglo XX se produjeron en varios países marcapáginas de un Tipo especial, a saber, marcapáginas-postales que, a pesar de tener las dimensiones de marcapáginas, fueron aceptados por convenio internacional para su envío por correo. En la mayoría de los casos se trataba de fotografías de personajes famosos o mujeres "decorativas", o de vistas de lugares turísticos. Las ilustraciones de arriba muestran dos ejemplares: una fotografía del violinista español Sarasate y la reproducción de una acuarela que representa un canal de Venecia.

Ejemplos de marcapáginas españoles distribuidos en las décadas de 1920 y 1930 son los anuncios de un producto de perfumería de la casa Myrurgia y de la (.librería Catalana de Barcelona. En vez de papel o cartulina ambos están hechos de un cartón fuerte. Su forma alargada y curva pero al mismo tiempo puntiaguda, junto con el material utilizado, sugiere que fueron pensados para ser usados también como corta hojas. Los marcapáginas de cartón fueron muy corrientes en Francia en la misma época, sobre todo para anunciar bebidas, tabaco y turismo.

La segunda parte de este artículo tratará de la gran diversidad de formas, materiales y productores de marcapáginas en el siglo XX.-


En el precedente número de Encuadernación de Arte se presentó un resumen de la historia de marcapáginas desde la Edad Media hasta las primeras décadas del siglo XX. Los marcapáginas antiguos estaban hechos a mano: por los monjes para la biblioteca del monasterio; por artesanos para su venta; y por aficionados para su uso personal o como regalo. Los marcapáginas publicitarios aparecieron por primera vez en el siglo XIX, debido sobre todo a los nuevos procesos industriales de reproducción e impresión, y al creciente número de personas que sabían leer. En esta segunda y última parte del artículo se consideran varios aspectos generales de los marcapáginas y se presentan ejemplos más modernos.

Si bien la mayoría de los marcapáginas actuales estén hechos de papel o cartulina, en su producción se aprovecha también una amplia gama de oíros materiales: textiles, madera, metal, cuero, varios tipos de plástico, corcho, papiro, flores y hojas plastificadas, etc. No todos estos materiales son ideales; los marcapáginas pueden resultar artísticos y atractivos pero a veces pecan de ser demasiado pesados o gruesos. Los materiales más idóneos, y menos dañosos para los libros, son los delgados y flexibles. La fila inferior de marcapáginas reproducidos en la Lámina I muestra el empleo de diversos materiales. Los cuatro primeros (de izq. a der.) son metálicos. Tanto el de plata, que tiene la forma de hojas de acebo con una baya de coral y lleva la inscripción "Nadal 1955", como el geométrico, más reciente, que combina distintos metales, fueron hechos artesanalmente en Cataluña. El quinto ejemplar de la fila, en plástico gris y texto en letras iridiscentes, incorpora una diminuía lin­terna que da justo la suficiente luz para leer línea por línea. El marcapáginas -linterna es un ejemplar bastante original de los marcapáginas de doble uso. Otro ejemplar curioso de este tipo (no ilustrado aquí) es uno que lleva en su cabeza un diccionario electrónico de microformato. Más corrientes son los marcapáginas-calendarios y los marcapáginas-reglas. Existen también ejemplares con lupa o bolígrafo incorporado. El siguiente marcapáginas de la Lám.l es un modelo que se llama "le farceur" (el farsante) y es uno de una serie de cinco, todos de cuero, diseñados exclusivamente para las tiendas de lujo de la empresa belga Delvaux. El penúltimo marcapáginas está hecho de madera, que sirve de soporte a un pequeño chino, y el último, de seda tejida, presenta un clásico diseño de la firma inglesa Liberty.

Podemos dividir los marcapáginas modernos en dos grandes categorías: los de publicidad y los de carácter personal (comprados, regalados o hechos en casa). Las principales consideraciones a tener en cuenta a la hora de diseñar un marcapáginas publicitario son cómo interpretar mejor su mensaje de publicidad y cómo llamar la atención del público: mediante un diseño ¿elegante?, ¿llamativo?, ¿humorístico?, ¿artístico? El Centro de Artesanía y Diseño de Galicia ha apostado por la elegancia (Lam.ll) para presentar las obras de los talleres gallegos del vidrio. Los marcapáginas troquelados, por su parte, llaman la atención en seguida por su forma inhabitual, por ejemplo el marcapáginas de propaganda turística de la Ciudad de Santander o la divertida rosa de Amena, que nos hace sonreír [Lám.ll). Como ejemplo de un dibujo de artista, que también tiene su gracia, podemos señalar el marcapáginas vecino a este último. Representa un libro hecho un nudo y fue diseñado en 1988 por el belga Bruno Goidts para la librería Ferraton.

Las empresas e instituciones relacionadas con el libro constituyen lógicamente el sector que más uso hace de los marcapáginas para su publicidad. Las editoriales españolas inundan las librerías con marcapáginas gratuitos que anuncian sus últimas publicaciones y frecuentemente incorporan un detalle de la camisa del libro. El retrato del General Franco (Lám.ll) es un ejemplar moderno que contrasta con el anuncio del libro de Sienkewiez (Lám.l) de los años 1950. Este libro formó parte de una serie publicada por Aguilar y dedicada a los autores ganadores del premio Nóbel de Literatura. Cada libro de la serie estaba acompañado de un marcapáginas diseñado especialmente para cada titulo por un artista anónimo.

Las propias librerías también se anuncian mediante marcapáginas de diversos estilos. En la Lám.l se encuentra un ejemplo distribuido por la antigua librería Robinson de Madrid, antes del cambio de propietario en los anos 1980. Las bibliotecas, por su parte, están representadas en la Lám.l por un marcapáginas de la Biblioteca Joan Oliva i Milá (Vilanova i la Geltrú), y las ferias de libro por uno distribuido en 2001 durante la Feria de Libros Antiguos y de Ocasión de Salamanca (Lám. II). Por falta de espacio sólo se ha reproducido ib rosa de Amena como ejemplo de los numerosos marca­páginas producidos para celebrar en abril el Día del Libro ¡también de la rosa y de Sant Jordi en Cataluña). El antepenúltimo marcapáginas de la Lam.ll, en el cual también figura una rosa, no es un recuerdo del Día del Libro sino un anuncio de los cheques-regalo para com­prar libros que se venden y aceptan en la mayoría de las librerías inglesas.

Naturalmente otros sectores comerciales descubrieron temprano la posibilidad de presentar sus bienes y servicios a un amplio público mediante los marcapáginas: productos alimenticios (Lam.ll) y farmacéuticos, ropa, objetos de papelería, seguros, hoteles y turismo rural.... la lista es inagotable. Las instituciones oficiales, incluso ministerios y ayuntamientos, no han desdeñado tampoco valerse de esta vía para hacer llegar a los ciudadanos sus consejos u otra información, por ejemplo, consejos de sanidad o seguridad vial, o información sobre transporte público. Algunos promotores de activi­dades culturales y de ocio utilizan los marcapáginas (que no deben confundirse con los flyers) para anunciar conciertos, exposiciones, etc.

Dentro de la segunda categoría de marcapáginas, o sea los no publicitarios, se ha visto en las últimas dos o tres décadas un auge en su producción y venta. El aumento en el turismo internacional ha fomentado, en países donde no había una tradición del empleo de mar­capáginas, la fabricación artesanal e industrial de ejem­plares no sólo de publicidad sino también como recuerdos. La orquídea secada de Singapur que figura en la Lam.ll y la imagen de la flor de protea de África del Sur (Lám.l) son ejemplos de este tipo. El papiro, la corteza de árboles, seda teñida por la técnica de batik, piel y made­ra se encuentran entre los materiales empleados en distintas áreas del mundo para la producción de marcapáginas recuerdos, mientras que trajes típicos, personajes históricos, arte indígena, y plantas y animales autóctonos, son algunos de los motivos que los adornan. Muchos museos tienen disponibles para la compra imágenes de sus fondos en el formato de marcapáginas. Por ser baratos, atractivos y fáciles de transportar, los marcapáginas son objetos ideales para llevar consigo al regresar del viaje.

Entre los marcapáginas de arte se puede encontrar no sólo reproducciones de cuadros famosos y diseños artísticos sino también obras de arte originales. Se trata de series numeradas de grabados, serigrafías, etc., además de piezas únicas en forma de dibujos o acuarelas. La lam. ll incluye un marcapáginas monotipo hecho por Maureen Lucia Booth, artista inglesa residente en España. Una exposición de marcapáginas monotipos, cre­ados por el artista chileno Víctor Ramírez, tuvo lugar en una galería de arte de Barcelona hace 10 años. El catálo­go en edición limitada y numerada, con reproducciones facsímiles de algunos de los monotipos, es muy buscado por bibliófilos, coleccionistas de marcapáginas y bibliote­cas de arte.

En lo que respecta a los marcapáginas hechos en casa por particulares, algunas señoras siguen bordando ejemplares en punto de cruz o haciendo juegos malaba­res con los bolillos, entre otras técnicas tradicionales, para producir unos bonitos regalos. Entre las técnicas más modernas podemos citar el empleo de los programas gráficos de los ordenadores.

A Veces me preguntan, qué pasará con los marcapáginas si los ordenadores sustituyen definitivamente a los libros. Si efectivamente llegamos a tal situación y por consiguiente ya no se producen más marcapáginas, en el sentido empleado en este artículo, creo que los ya existentes se transformarán en coleccionabas y antigüeda­des. Teniendo en cuenta que un marcapáginas de plata, hecho en 1909, pudo ser vendido recientemente en Inglaterra por la casa Daniel Bexfield Anliques por 425 libras esterlinas (aprox. unos 650 euros), es posible que dentro de 100 años algunos de los marcapáginas pro­ducidos hoy en día tengan también un valor apreciable.

* Todos los marcapáginas reproducidos en los dos partes de este artículo pertenecen a la colección de la autora, a menos que se especifique otra fuente.

22 noviembre 2006

MARCAPÁGINAS CBC

Los marcapáginas que ilustran este post surgen de una idea el año pasado, cuando en el stand del Colegio de Bibliotecarios de Chile A.G. (www.bibliotecarios.cl) en la Feria Internacional del Libro de Santiago, se vió como la gente se llevaba muchos impresos que no tienen un sentido mayor que la publicidad. Por eso, el Colegio presentó un proyecto concursable al Fondo del Libro para producir papelería con citas literarias relacionadas con el libro, la lectura y las bibliotecas, y poder distribuirla entre bibliotecarios y público en general.

El diseño corresponde a Pablo Llao, artista plástico chileno que combinó fotografía, pintura y medios digitales para producir el material. Los personajes representan tres grupos de edad diferentes. El set completo de material impreso incluye además de los marcapáginas, 3 postales y 3 posters.

Gentileza de Cristián Cabezas

21 noviembre 2006

MARCAPÁGINAS Y ARTE CORREO - MAIL ART

Esta entrada es para compartir con ustedes mi experiencia en el arte correo (www.boek861.com).
La artista chilena Yto Aranda (www.yto.cl) me incentivó en febrero de este año a realizar una convocatoria de arte correo. La idea es que después de mi convocatoria, la cual hice en español y le pedi a mis amigos que me la tradujeran al francés, inglés, alemán, italiano y portugués, yo la levantara en varios sitios web dedicados al arte correo (mundialmente conocido como mail art).
Hecho eso y en un plazado de 3 meses recibi a través del correo postal la mayor diversidad de marcadores, en distintos tamaños y con distintas técnicas de arte. Cerrado el plazo recepcioné colaboraciones de 65 artistas con un total de 150 señaladores aproximadamente. Participó gente de Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, Panamá, Uruguay, México, Canadá, USA, Italia, España, Alemania, Bélgica, Grecia. Todos estos serán expuestos a público entre el 1 y el 3 de diciembre dentro de la IV Convención de Coleccionismo.
Los próximos post que haga serán una entrada por cada artista que participó en esta convocatoria. Una de las condiciones del arte correo era que yo expusiera los marcapàginas recibidos, en mi blog.

16 noviembre 2006

MARCAPÁGINAS EN UNIVERSIDAD DE LAS AMERICAS





Estas fotos corresponden a la exposición de algunos de mis marcapáginas realizada hace unos meses atrás en el marco de las Jornadas Bibliotecarias de la Universidad de las Américas (Santiago, Chile). No las había colocado antes porque no estaban en mi poder.
Gracias a quienes hicieron posible esta muestra.

14 noviembre 2006

FOTOS CHARLA INFORMATIVA






Les cuento que el Instituto Profesional Alpes me invitó a dar una charla informativa sobre los Marcapáginas. Esta se realizó el7 de noviembre en el instituto. La actividad estaba considerada dentro de la exposición que están efectuando de estos objetos en la Biblioteca de Santiago.
La fotos que acompaña la nota correponden al marcapáginas alusivo que confeccionaron, se muestra el anverso y reverso del mismo y las otras son las de la charla

08 noviembre 2006

MARCAPÁGINAS A CROCHET



Este post lo escribió a petición mia Paula Toledo.

Tejer a crochet fue siempre uno de los grandes misterios de la vida para mi. Desde muy chica le pedi durante muchos veranos a mi tia que me enseñara. Por diversas razones nunca lo hizo.
Hace unos 2 años decido que aprenderia de todos modos y sin pedir ayuda.
Busque por todos lados información en internet, encontre muchisimas cosas lindas que puse en mi lista de cosas para hacer una vez que aprendiera.
Entre ellas, este marcapaginas que vi en mas de alguna página y siempre pensaba en lo mucho que me gustaria hacer algo así. Se ve tan delicado, tan prolijo, y a la vez muy lúdica con sus pequeños abanicos meciendose a izquierda y derecha.
Aprendi a tejer a crochet y segui deseando el marcapaginas. Me encantaba la idea de que algo tan bonito me recordara la hoja en que habia quedado mi lectura, algo tan bonito y hecho por mi. También pensaba en lo mucho que les gustaria recibirlo de regalo a otras personas.
Bloggeando, encontre el patron en ingles. La autora amablemente habia escrito el patron para el crochet estilo americano y para el crochet estilo ingles (usan diferentes nomenclaturas)
Pero para mi, crochetera básica, leer un patrón es una tarea titánica, ya que sólo tejo con esquemas (dibujos)...pero leerlo en ingles? Eso ya lo estaba dejando fuera de mis posibilidades. No por el ingles en si, si no porque estamos hablando de una ingles "técnico" y con muchas abreviaciones.
Finalmente lo comente con una amiga que teje a crochet más que yo... le mostre las fotos que tenia. Y ella eme dijo, creo que yo tengo ese patron.
Efectivamente ella tenia el patron con explicación en castellano y con esquema!
Sólo que no tenia la finalidad de marcapaginas si no de cenefa, por lo que tuve que hacerle algunas adaptaciones y finalmente leer el principio y el final del patron en ingles!
Pero estoy feliz del resultado y muy satisfecha.
Despues modifique la imagen del esquema que me dio mi amiga y traduje la parte de las instrucciones que faltaba para compartirla con todas las tejedoras que tambien quieran tenerlo.
Ya he tejido creo que 3 o 4. Es muy rapido de hacer... y facil!!! Y aunque esté demas decirlo... me encanta!
Y el primero que termine, el que aparece en la foto que te envío esta entre las páginas del libro que tengo en mi velador.

07 noviembre 2006

MARCAPÁGINAS EN BIBLIOTECA DE SANTIAGO


Hola, con gran alegría les cuento que los marcapáginas van ganando terreno en Chile.
El Instituto Profesional Alpes (Av. República 430, Santiago, Chile) ha organizado una exposición de marcapáginas que se está realizando desde el 17 de octubre y hasta el 26 de noviembre en la Biblioteca de Santiago (Matucana 151).
Ojalá la visiten muchas personas y se entusiasmen con estos pequeños objetos de arte y diseño

04 noviembre 2006

MARCAPÁGINAS Y FILSA 2006

Una de las instancias para recolectar marcapáginas son las ferias del libro. Mañana termina la 26 Feria Internacional del Libro de Santiago y esta nota es para describir mi experiencia de este año buscando marcadores.
Mi coleccíón justamente comenzó con los que recogí en las versiones anteriores de este evento.
Este año recolecté 60 ejemplares nuevos, de los cuales 12 compré. El resto los pedía humildemente en los stand de las distintas editoriales. No fue grande mi sorpresa ya que la experiencia se ha repetido sin mayores variaciones en las otras ocasiones. Muchas de las librerias y editoriales que exponen, NO cuentan con marcapáginas para promoverse. En otras no han variado el diseño de los mismos en comparación a años anteriores y sus modelos siguen siendo iguales. Quizas se les acabó la creatividad o hicieron muchos anteriormente y no se les han acabado y continuan repartiendo los que les sobraron.
Las menos de las veces me encontré con separadores originales, como pasa con marcadores de otros países que se destacan por su colorido, creatividad e ingenio al momento de diseñarlos.
La empresa auspiciadora general del evento volvió a confeccionar marcapáginas, cosa que no había ocurrido en las 3 versiones anteriores.
No pude conseguir muchos ejemplares de cada señalador, porque cuando los pedía me miranan con cara extraña, y eso que yo les comentaba que era coleccionista y a los que me regalaban, yo les entregaba mi propio marcador, que espero les haya gustado como para guardarlo y no tirarlo al tacho de la basura.
Espero en la versión del próximo año recuperar más ejemplares para poder intercambiar con mis amigos coleccionistas del extranjero.